10/8/09
Publicado por Yana Willay en 18:11 1 comentarios
6/7/09
Cuentos y shows descentralizados: Nuestra Labor social
Publicado por Yana Willay en 15:53 0 comentarios
24/7/08
Este 17, 24 y 31 en el Jazzone presenta
"La Divina Locura"
Un cuento cómicamente triste,
tristemente divertido, alegremente trágico
trágicamente feliz.
felizmente...
felizmente dura solo una hora.
8:45 p.m.
con Yana
y
la musica de Jorge Bartra
El guitarrista
Publicado por Yana Willay en 7:40 0 comentarios
13/7/08
25/5/08
8/7/07
2/7/07
Y ¿como Yana se hizo cuentero?
Érase una vez, hace mucho tiempo, entre la selva y los andes peruanos, en que nació un niño, que luego de poder escapar de su cuna celeste heredada de su hermano que a su vez la heredó de su hermana, se enteró que podía hablar. Apenas fue capaz de hilvanar una frase, se dedicó a hacerlo una y otra vez como una maquina productora de incoherencias.
- Calla y come niño - decía la mamá
- Ese niño necesita una bocera para perros- decía la cariñosa profesora de religión.
Esto se volvió todo un problema, porque el niño no dejaba de hablar, hablaba en la iglesia mientras el cura daba su aburrido discruso, en la cama cuando dormía, en las solemnes formación de los lunes cantando el himno nacional, mientras se rezaba el Padre Nuestro, mientras lo ponían en el arco al jugar el fútbol, mientras orinaba, mientras no lo hacia, Él hablaba y hablaba.
Hasta que un día sucedió algo poco habitual, unos chicos apagaron las luces de la ciudad en la que el niño vivía, los chicos las apagaron porque no estaban de acuerdo con el gobierno, el niño no entendió que tenía que ver la luz con el gobierno. Y esa oscuridad le cambió la vida, él jamás había visto tanta. Se llenó de miedo pero, fiel a su estilo, siguió hablando, papá Huacho, por quitarle el miedo, miró al cielo y de la nada hizo aparecer millones de estrellas, el niño estaba conmocionado pero sobre todo en silencio y justo antes que empiece su cotidiana catarata de palabras, Huacho contó un cuento, relacionando las estrellas del sur y el pueblo del norte.
Esto se volvió todo un problema, porque el niño no dejaba de hablar, hablaba en la iglesia mientras el cura daba su aburrido discruso, en la cama cuando dormía, en las solemnes formación de los lunes cantando el himno nacional, mientras se rezaba el Padre Nuestro, mientras lo ponían en el arco al jugar el fútbol, mientras orinaba, mientras no lo hacia, Él hablaba y hablaba.
Hasta que un día sucedió algo poco habitual, unos chicos apagaron las luces de la ciudad en la que el niño vivía, los chicos las apagaron porque no estaban de acuerdo con el gobierno, el niño no entendió que tenía que ver la luz con el gobierno. Y esa oscuridad le cambió la vida, él jamás había visto tanta. Se llenó de miedo pero, fiel a su estilo, siguió hablando, papá Huacho, por quitarle el miedo, miró al cielo y de la nada hizo aparecer millones de estrellas, el niño estaba conmocionado pero sobre todo en silencio y justo antes que empiece su cotidiana catarata de palabras, Huacho contó un cuento, relacionando las estrellas del sur y el pueblo del norte.
Luego de algunos días, al parecer los chicos se volvieron a molestar con el gobierno porque la luz se volvió a apagar, Lo cual significó para el niño, estrellas, mas magia, mas silencio y sobre todo mas cuentos. El padre contó uno, luego dos y en el tercer cuento, algo le pasó. Se le acabaron las historias.
El niño, no entendía que pasaba, -¿porque papa se quedó callado?- -¿ porque no contaba aquellos cuentos que estaban ahi en los cielos? ¿como no podía verlos alla en las estrellas?- , porque en cada estrella, él niño miraba una historía, estaba claro, había una en la formación de tres estrellas, una leyenda en cinco, en diez Las Mil y una Noches y en cien el universo hecho imaginación y así hasta la eternidad.
Luego de ocurrírsele tantos cuentos, como no podría ser de otra manera, fiel a su estilo incoherentemente coherente, los empezó a contar.
Fue así, por culpa de los chicos malos, por culpa de su papa, por culpa de la profesora o por culpa de las estrellas de aquel cielo negro nocturno que nació Yana, el cuentero.
Luego de ocurrírsele tantos cuentos, como no podría ser de otra manera, fiel a su estilo incoherentemente coherente, los empezó a contar.
Fue así, por culpa de los chicos malos, por culpa de su papa, por culpa de la profesora o por culpa de las estrellas de aquel cielo negro nocturno que nació Yana, el cuentero.
Publicado por Yana Willay en 16:42 3 comentarios
Etiquetas: Como Yana se hizo cuentero
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